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Nunca es tarde para comenzar a invertir, pues se trata de una estrategia para proteger y hacer crecer tu capital a corto, mediano y largo plazo. Si las inversiones son un tema que todavía te genera incertidumbre, tienes que conocer cómo las inversiones de renta fija te pueden ayudar a sacar más provecho de tus ahorros. ¿Sabías que más del 50% de los mexicanos no invierte sus ahorros? Esto es debido a la falta de accesibilidad de información sobre los diferentes instrumentos financieros disponibles para todos los perfiles (la Jornada).
Una idea errónea que suele prevalecer, entre la población en general, es que las inversiones están destinadas únicamente para empresarios o personas con alto nivel adquisitivo. Sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad.
A continuación, te mostramos una alternativa para comenzar a invertir tu dinero.
Inversiones de renta fija, ¿qué es y cuáles son sus beneficios?
La renta fija es una tasa de inversión que permanece igual durante todo el periodo, por lo que son una excelente herramienta para comenzar en el mundo de las inversiones de una manera segura y sencilla.
Otro aspecto fundamental que caracteriza a las inversiones de renta fija es que conllevan un contenido de carácter crediticio, es decir, una obligación de pago de deuda. Por lo que se incluyen instrumentos como bonos, CDT, CETES y pagarés, entre otros.
Las ventajas más representativas de las inversiones de renta fija son:
Representan menores riesgos de pérdidas provocados por la volatilidad.
Preservan el valor del capital a través del tiempo, aunque es necesario tener en cuenta las potenciales afectaciones derivadas de la inflación u otros.
Generan un rendimiento constante.
Suelen tener un plazo de vencimiento menor a un año.
Son fáciles de aperturar y se pueden ajustar a las necesidades de cada inversor.
Tipos de inversiones de renta fija
Por otro lado, las inversiones de renta fija se clasifican de la siguiente manera.
Renta fija pública: son emitidos por entidades gubernamentales de un país.
Renta fija privada: son emitidos por empresas privadas para levantar capital.
Renta fija de rendimiento explícito: el inversor obtiene pagos periódicos semestrales o anuales.
Renta fija de rendimiento implícito o cupón cero: el inversor obtiene un pago único de intereses después de amortización.
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